En líneas generales, se ha relajado el estilo de vestir para ir al trabajo. Es lo que se conoce como el casual de negocios. Se caracteriza por usar prendas con un toque más informal para sentirte lo suficientemente cómoda en tu día a día.
Dime cuál es tu empresa y te diré cómo vestir para ir al trabajo
Este casual de negocios es un código especialmente utilizado en determinados ámbitos laborales, como las agencias de marketing, publicidad o medios de comunicación.
Sin embargo, existen otros sectores, como los despachos de abogados o ciertas consultoras, en los que sigue siendo imperdonable pasar sin un traje de chaqueta hecho a medida. El código informal queda restringido para el casual Friday y los eventos sociales.
En este aspecto lo primero que debes analizar es en qué firma trabajas, conocer muy bien su filosofía y adaptarte a ella. Sólo así podrás acertar en tu estilo de vestir para ir al trabajo. Al fin y al cabo, con tu look de oficina eres embajadora de tu empresa. De hecho, tu forma de vestir para ir al trabajo delata si estás comprometida con tu empresa, si te gusta tu profesión o si eres responsable. Por eso, procura que tu imagen personal hable bien de ti. Un buen vestuario no sólo te dará confianza en ti misma, sino que también te abrirá puertas.
En definitiva, tanto si vistes con un estilo casual, como si vistes más formal, hay una máxima que debes respetar: Sé elegante y fiel a tu personalidad. Y por supuesto, aleja de ti aquellas prendas aburridas y rancias que lejos de darte un look formal, lo único que consiguen es ponerte años encima. ¡Cuida tu imagen personal en el trabajo!
Menos es más
El madrugón y las prisas de la mañana son dos factores peligrosos que pueden nublar tu visión sobre qué outfit eliges para ir a la oficina. Por eso, te recomiendo que prepares la ropa la noche anterior. No importa lo cansada que estés. Te juegas mucho con tu imagen.
El estilo minimalista es un valor seguro que te ayudará a acertar en tu forma de vestir para ir al trabajo. Si quieres, incluso, darle un toque más divertido, puedes añadir un taconazo o un bolso especial. En cualquier caso, las prendas básicas son un acierto. Especialmente cuando potencian lo mejor de tu figura y disimulan otras zonas menos agraciadas. Para ello es fundamental que identifiques qué forma tiene tu cuerpo: Reloj de arena, triángulo, triángulo invertido o rectángulo.
Además de elegir prendas que te favorecen, te recomiendo que apuestes por la calidad. Tanto en ellas como en el calzado y los complementos. No quiere decir que tengas que hacer una inversión desproporcionada, pero sí que trates de hacerte con un fondo de armario de calidad. A la larga lo agradecerás y comprobarás que su ciclo de vida es mayor. La calidad se paga.
En cuanto a los colores, los tonos lisos y neutros son un acierto para vestir. Discreción que también deberíamos trasladar al maquillaje. La premisa consiste en no sobrecargar la cara con él ni utilizar tonos mucho más fuertes que el de la piel. En resumen, el maquillaje natural es la mejor opción a la hora de vestir.
Must have para tu look de oficina
Aunque cada temporada va cambiando la moda de cómo vestir para ir al trabajo, existen unos básicos inmutables a lo largo del tiempo.
- Falda midi con estampado de cuadros y acampanada. Combínala con un jersey básico. El estilo está garantizado.
- Falda lápiz o de tubo. Es estrecha, de cintura alta y habitualmente se lleva por debajo de la rodilla. Y si puede ser en negro, mucho mejor. La puedes combinar con un jersey o una camiseta entallada e incluso, con una blusa un poco holgada. Eso sí, que no sea muy larga para que no te marque la falda.
- Pantalón culotte. Aunque yo personalmente no soy fan de este
- Legging. Se han convertido en el centro de la polémica para quienes nos dedicamos al mundo de la moda: Hay voces en contra y otras, a favor. Para mí, personalmente, son tendencia y, si los combinas con una blazer estilosa, son el look ideal para la oficina.
- Camisas de seda con lazo o sin él. Dependiendo de la hechura, la puedes llevar con la falda lápiz de la que hablábamos antes. Y si es ancha y larga, con un pantalón pitillo.
- Blazer. Para darle un toque más informal puedes elegir una blazer un poco más larga en cualquier color: negro, rosa, verde o con un estampado Príncipe de Gales.
- Gabardina. Es la prenda estrella de la primavera y el otoño.
- Zapato salón negro. ¡No temas a los stilettos de toda la vida! Hay firmas que han conseguido darle una vuelta para que te sientas como en casa. Por ejemplo, Avenue ha diseñado este pasado invierno un taconazo que por dentro está hecho con material de deportivas. ¡Todo un descubrimiento!
- Salón nude. Si lo eliges con punta en pico te hará una figura más estilizada y esbelta.
- Bolso de mano o de asa. Cualquiera de los dos son perfectos para ir a la oficina. Lo que debes evitar es la bandolera.
Vestir para ir al trabajo es sólo una situación, pero encontrarás otras muchas que determinarán cómo arreglarte en cada caso. Y aunque en este blog te dé algunas recomendaciones, hay un componente esencial en ti: Tu estilo. Y éste no viene determinado sólo por las prendas que lleves. Existen otros muchos factores que lo marcan. Porque la imagen es un reflejo de tu historia.