¿Cuántas combinaciones de ropa puedes hacer con las prendas que tienes colgadas en tu armario? Si te cuesta encontrar una respuesta, quizás la solución pase por comprar prendas más versátiles.
Combinaciones de ropa: En la versatilidad está la clave
Aunque antes de salir de tiendas sin más, conviene que hagas un análisis de tu armario. Para ello, tendrás que saber qué ropa tienes, decidir de qué prendas te vas a deshacer, cuáles van a seguir en tu armario y muy importante: Comprobar si éstas son combinables entre sí, es decir, si son versátiles.
El gran valor añadido de las prendas versátiles, además de su capacidad para combinar con otras, es la diversidad de funciones que te ofrecen, al crear estilismos muy distintos.
Una prenda versátil es aquella que lo mismo te da un look casual que otro de noche. Todo depende de con qué otras prendas y con qué accesorios la combines. Pensemos, por ejemplo, en un vaquero. Si lo combinas con una camiseta blanca básica y unas bailarinas, sería un estilismo perfecto para salir a tomar el aperitivo al mediodía. Pero si lo mezclas con un top negro y un stiletto sería igualmente válido para salir a cenar y tomar una copa.
Por este motivo es tan importante que cuando vayas de tiendas, antes de comprar una prenda, visualices las posibles combinaciones que te ofrece con la ropa, bolsos y zapatos que ya tienes.
Ropa de fondo de armario: La máxima expresión de la versatilidad
Piezas atemporales, que nunca van a pasar de moda y que, por lo general, suelen ser básicas y bastante versátiles. Ésta es una definición muy aproximada de la ropa de fondo de armario. Son infinitas las combinaciones que podrás hacer y también bastante elegantes.
La ropa de fondo de armario suele estar compuesta por las siguientes piezas:
- Vaqueros básicos.
- Pitillo negro.
- Falda lápiz.
- Camisa blanca.
- Camisa azul.
- Camiseta blanca y/o negra.
- Blazer negra.
- Cazadora negra de cuero.
- Cazadora vaquera.
- Gabardina.
- Vestido negro. Más conocido en el mundo de la moda como Little black dress.
- Bailarinas.
- Sneakers o zapatillas blancas.
- O bien, si quieres ir más arreglada, stilettos negros o beige.
- Bolso negro y/o color nude.
- Clutch pequeño para fiesta.
Las Matemáticas serán tus mejores aliadas
¿Sabías que, por cada parte de abajo, deberías tener 3 de arriba con las que poder combinarla? Ésta es una pista fundamental para que te hagas idea de cuántas prendas deberías incluir en tu armario.
En este sentido, existen algunas fórmulas básicas bastante estandarizadas que te permitirán obtener muchos outfits diferentes. Por ejemplo:
- Pantalón pitillo + camisa + jersey oversize + camiseta blanca y blazer
- Falda lápiz + blusa blanca + top + jersey
- E incluso puedes invertir la fórmula y tener dos partes de abajo distintas para combinar con una misma de arriba. Por ejemplo, podemos crear dos trajes de chaqueta diferentes con blazer + pantalón + falda
Son infinitas las combinaciones de ropa que puedes hacer cuando tienes en tu armario prendas versátiles.
Prendas convertibles
Pero si las matemáticas te aburren y pensar en la versatilidad, te agobia, tienes otra alternativa más fácil aún: Las prendas desmontables.
Te pongo el ejemplo de la diseñadora griega Ionna Kourbela. Tiene la capacidad de crear cuatro vestidos diferentes en uno solo.
Cómo combinar los colores de la ropa
La versatilidad no sólo se refiere a la forma de las prendas, sino también a los tonos. Por ello, los colores de ropa neutros (blanco, negro, gris y beige) son los más fáciles de combinar entre sí y con otros. Recuerda que cuando te hablaba de cómo organizar tu armario, te recomendaba que éste tuviera una paleta, que no excediera de los 5 o 6 colores. Lo ideal sería que 4 de ellos fueran neutros y el resto, vivos.
Además de los colores neutros, funciona bastante bien combinar ropa del mismo color, pero con distinta tonalidad. Piensa, por ejemplo, en el marrón y el beige: ¡Combina perfectamente!
También puedes combinar colores contrastados. Por ejemplo, el blanco y el negro es una de las mezclas más elegantes que existen.
Eso sí, cuando combines colores contrastados, no mezcles más de tres.
Respecto a combinar colores entre bolso y zapato en un mismo outfit, puedes hacerlo. Es correctísimo, pero ten en cuenta que ya no se lleva tanto, sino que prima más introducir colores diferentes, siempre y cuando combinen bien.
Y por supuesto, ante la duda, evita mezclas arriesgadas. Es muy difícil que sienten bien, aunque nunca digas nunca, después de la lección que nos dio Ives Saint Laurent combinando con maestría el azul marino con el negro y el rosa con el rojo.
Combinaciones de ropa dentro de tu armario
Un truco muy bueno para tardar poco en arreglarte por las mañanas para ir al trabajo es dejarte preparadas varias combinaciones de ropa para diferentes días. Y a medida que las vayas usando, las cuelgas al final de la barra.
De tal manera que, por la mañana tengas preparado tu outfit nada más abrir el armario. Ya verás cuántas horas vas a ahorrar delante de tu vestidor.
Cuando se te acaben los conjuntos que tenías preparados para esos días, trata de pensar en nuevas combinaciones de ropa. Por ejemplo, si la vez anterior te habías puesto una camiseta blanca con un pantalón beige, combínala ahora con unos jeans y una blazer. Siempre ten en cuenta que sólo las prendas versátiles te van a permitir que hagas infinitas combinaciones de ropa diferentes.